REFLEXIÓN


IMPORTANCIA DE LA ANATOMÍA FUNCIONAL DE LA MUÑECA-MANO


 La mano es considerada como instrumento ejecutivo del cerebro, dada su extensa representación cortical. Sus complejas vías aferentes y eferentes le otorgan un control neurosensorial y neuromuscular y le entregan la posibilidad de ser un segmento del cuerpo humano dotado de múltiples funciones.

La principal función de la mano es la prehensión, siendo perfecta en el hombre debido a las características que tiene el pulgar para lograr la oposición con el resto de los dedos. Entre otras cualidades, se destaca la posibilidad de realizar un puño fuerte y la más delicada caricia. Su riqueza y su compleja inervación sensorial permiten el juicio más fino en lo que respecta a la textura, volumen y temperatura. A través de la coordinación nos permite efectuar actividades tales como escribir, pintar, y manipular herramientas, y comer.


 La verdad es que la mano es mucho más que una herramienta sensorial y de prehensión. ”Son los ojos para el ciego y la voz para el mudo”. Actualmente a pesar de las medidas preventivas y las exigentes medidas de seguridad, las personas siguen sufriendo accidentes graves en que parte o toda su mano se daña, lo cual no sólo interfiere con el puño o el tacto sino que interfiere con el individuo mismo y su desempeño ocupacional. Es así, como en las discapacidades de la mano más que cualquiera otra parte del cuerpo, la cirugía y la rehabilitación especializada deben ser esenciales, y tomará algunos meses de intervención de Terapia Ocupacional para que el paciente aumente el grado de movilidad de sus dedos y vuelva a ser una persona con un desempeño funcional eficiente.

La mano es un “dispositivo terminal” increíblemente multifuncional ubicado en el extremo del brazo. Podemos compararla con la pieza terminal de un gran sistema erector. El hombro, el brazo superior, el codo, el antebrazo y la muñeca forman parte de un sistema erector biológico.

Las manos hacen tanto por nosotros… Son capaces de desempeñar una gran variedad de funciones: tocar, agarrar, sentir, sujetar, manipular, acariciar, etc. Son una parte vital porque definen quiénes somos y cómo nos vemos a nosotros mismos. Pueden realizar actividades sumamente delicadas y precisas, como escribir una carta, pintar un cuatro, enhebrar una aguja o tocar el violín. También nos permiten realizar labores pesadas, como cavar con una pala, oscilar un hacha, perforar el cemento con un martillo neumático o aporrear un clavo de vía con una almádena. Usamos las manos para sentir si algo está frío o caliente, afilado o desafilado, áspero o suave. Agarramos a un niño de la mano cuando cruzamos la calle. Acariciamos el pelo de alguien a quien queremos, etc…

Las manos incluso ayudan a muchas personas a expresarse cuando hablan porque desempeñan una función tan importante a la hora de comunicamos tal es el punto de usarlas en expresiones idiomáticas. Algunas frases comunes son: “tocar un punto importante”, “agarrar a alguien con las manos en la masa”, “dar el brazo a torcer”, “ponerse manos a la obra”, “señalar a alguien con el dedo” y “conocer algo como a la palma de la mano”. Y, por supuesto, son las manos las que, literalmente, hablan cuando una persona utiliza el lenguaje de signos.







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